Grupos de afinidades antimilitaristas, una propuesta organizativa

Grupo de afinidad antimilitarista Caracolito (Paraguay)

La propuesta organizativa de los grupos de afinidad tiene una larga historia, de la cual aún no se ha hecho una investigación adecuada. Existen al menos tres hilos en esta historia:

  • Grupos de afinidad anarquistas.
  • Grupos de afinidad en acciones directas no violentas.
  • Y grupos de afinidad feministas (que no necesariamente
    se llaman así).

El primer hilo, el anarquista, considera al grupo de afinidad como parte básica y fundamental de un órgano revolucionario llamado federación. Cada grupo de afinidad, nunca conformado por más de 7 u 8 personas, es autónomo y se coordina territorial o sectorialmente con otros grupos de afinidad que van constituyendo la federación. La suma de los grupos de afinidad y su coordinación efectiva hacen a ese  órgano revolucionario. Las tareas de coordinación y relacionamiento son rotativas entre los grupos por un tiempo determinado, la representación –de haberla- también es rotativa, revocable y bajo mandato imperativo del grupo.

El segundo hilo, el de las acciones directas noviolentas, ha sido  desarrollado y propuesto, entre otros, por la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) y destaca por su concepción pedagógica organizativa. Los grupos de afinidad se conforman en torno a una  acción concreta y pueden estar conformados por un rango de entre 5 a 15 personas, muchas más que las que considera el primer hilo. Este  grupo asume una afinidad por diversas razones, casi siempre más “prácticas” que ideológicas, si es que cabe tal distinción.

Las razones prácticas varían: geográficas, idiomáticas, nacionales, destrezas, historia, límites. En acciones son la base para organizar la acción conjunta de grandes grupos humanos con diferentes apuestas y expectativas respecto a la acción. Habitualmente estos grupos tienen una existencia limitada a la acción que les dio origen.

El tercer hilo, el feminista, asume distintos nombres y conjuga la “practicidad” del segundo hilo, con lo “ideológico” del primero. Habitualmente son grupos que acentúan mucho en la reflexión-acción y tienen una existencia muy flexible y variable orgánicamente. Dentro del lesbofeminismo también se puede presentar en la forma de grupo de afinidad político-sexual.

El grupo de afinidad antimilitarista

Nos interesa agregar a este listado la experiencia del grupo de afinidad antimilitarista, a partir de nuestra experiencia como Caracolito, grupo de afinidad antimilitarista (y muchas otras cosas) en Paraguay.

Son al menos 4 años de existencia, con una larga historia anterior.
Las características de este grupo de afinidad antimilitarista son:

> Flexibilidad en su formación, aunque cuenta con un núcleo duro, su conformación está asociada a objetivos y acciones. Para cada acción u objetivo, el número de integrantes se amplía o reduce de acuerdo a las necesidades.

> Trabajo en redes y generación de alianzas. Para ciertos objetivos y tareas se recurre al trabajo en redes y la creación de alianzas para
cumplir las metas. Estas alianzas y redes se sostienen tanto tiempo como demande el objetivo o la acción, por ejemplo las alianzas y redes generadas en pro de la lucha por la libertad de las campesinas y los campesinos de Marinakue, en general siguen a tres años de haberse creado.

> Trabajo internacionalista, al igual que en lo local, se crean redes y alianzas internacionales.

> Permanente discusión, reflexión, análisis, lucha y entretención. Apoyo mutuo interno. Los intereses y estados personales son altamente prioritarios, las luchas sociales que se emprenden individualmente son apoyadas por el colectivo. Los componentes afectivo y lúdico son esenciales en la vida grupal.

> Definiciones claras, críticas y flexibles a la vez. La definición de antimilitarista, anarcofeminista, libertario, noviolento del grupo está en constante afirmación a partir de la práctica y la crítica.

> La acción: énfasis en la realización y formación de acciones directas  noviolentas, lo que implica desarrollo de talleres,  entrenamientos, planificaciones y su ejecución y evaluación.

Creemos que la conformación de grupos de afinidad antimilitaristas puede ser de mucha utilidad para el crecimiento y coordinación del
antimilitarismo en América Latina, pues pone un punto de autonomía y flexibilidad en un escenario bien cargado de oenegés, partidos políticos e iglesias como es el mundo del antimilitarismo y objeción de conciencia en América Latina y el Caribe.