VENEZUELA || Persecución a quienes trabajan por acabar las causas de las guerras

Desde la Red Antimilitarista de América Latina y el Caribe (RAMALC), manifestamos nuestra preocupación por la situación de crisis generalizada que se vive en Venezuela y expresamos un contundente rechazo a la persecución y señalamientos de los que están siendo parte las organizaciones de derechos humanos como Provea y participantes de Laboratorio de Paz. Ambas organizaciones trabajan en sintonía con principios y acciones desde la noviolencia y por un mundo sin guerras.

A partir de la incursión armada en las costas de Venezuela el pasado 4 de mayo, Provea exigió en sus redes sociales, una salida a través de canales pacíficos, noviolentos y exigía que los derechos humanos de las personas vinculadas a los acontecimientos, debían ser respetados y en consecuencia, no ser víctimas de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones o tratos inhumanos, crueles o degradantes. Como reacción a este llamado público por parte de Provea, las autoridades han reaccionado señalándoles como terroristas, motivando así la persecución y criminalización de esta organización.

Estas acciones contra las organizaciones no sólo desvirtúan un trabajo riguroso por la defensa de los derechos humanos desde 1988 y el agenciamiento de una salida noviolenta del conflicto político venezolano, sino también ponen en riesgo a las personas que hacen parte de esta iniciativa, de quienes además, podemos referir su trabajo y vida comprometida con la noviolencia y el pacifismo como camino hacia un mundo sin guerras y la eliminación de todas sus causas.

Desde la Red Antimilitarista de América Latina y El Caribe (RAMALC) acompañamos la decisión de Provea y otras organizaciones de permanecer activas en la defensa de los derechos humanos en Venezuela y estamos dispuestas para su protección, y así mismo, activamos una alerta para que todas las organizaciones afiliadas a nuestra red, se sumen en su manifestación solidaria y de acompañamiento. Así como apoyamos la solicitud de las organizaciones sociales que exigen que la resolución del conflicto sea por mecanismos pacíficos y democráticos, rechazando cualquier salida de fuerza e intervención militar extranjera.